jueves, 16 de agosto de 2007

EL NARRADOR

Cierta tarde, cuando el crepúsculo iba sumergiéndose, lentamente en el anochecer. Me encontraba en el comedor de mi morada, saboreando una merecida merienda después de una larga jornada de trabajo. Mi esposa, había salido de compras y yo regresaba del gimnasio, donde cuatro de mis hijos, el mayor de doce años y trillizas gemelas de ocho, practican un conocido Arte Marcial junto a un reconocido Maestro, el Taekwondo...
Mi vida, transcurre plácidamente, rodeado de mucho afecto y cariño, debo reconocer, que soy una persona de suerte.
Dentro de este contexto, solo, en un ambiente silencioso y escuchando buena música, las sombras de la noche, devoraban la poca vida que le quedaba al día... En determinado momento, quedé a oscuras completamente... En principio. pensé que sería un corte de energía. Me erguí, para controlar el interruptor, prendí una luz que me alumbrara, y vi Claramente, que nada había quedado de mi acostumbrada morada...
Grandes tapices, adornaban la sala dándole un aspecto renacentista. En el lugar donde estaba la computadora, hallé abierto un gran libro dorado, posado en un atril. Al aproximarme, una pluma apoyada al costado del libro, tomó vida y como si fuera un animal doméstico, se deposito en mi mano derecha. No sentí temor alguno, la pluma me indicó la hoja abierta del libro, invitándome a escribir sobre sus páginas doradas, aunque no tenía idea sobre que. Mi silla habitual se transformó en un sillón alto, tipo medieval, ajustándose perfectamente a la nueva ambientación y disponiéndome a escribir algo que hasta ese momento desconocía...
De pronto, un rayo iluminó el lugar, me encandiló y pasaron varios segundos, hasta que mi vista se acostumbró a la cegadora claridad... Lentamente, se acercó a mí, en claro gesto amistoso, un ángel de belleza etérea, muy alto y que indudablemente, quería decirme algo... Hablando en voz alta y clara, y mirándome fijo me dijo:
- ¡ Hola, narrador... ¡ Soy el mensajero del Todopoderoso ! ¡ Encargado de comunicarte, que tu misión será plasmar en ese libro dorado, la historia encomendada al Guardián de las Melodías Perdidas, sobre la Gran Obra del Sol ! ¡ Escribirás y narraras paso a paso las tribulaciones y alegrías de esta historia ! ¡ Todo lo verás, desde el principio al final ! ¡Afortunado eres ! ¡ Este es tu cometido ! ¡ Que el Señor te acompañe, a tu familia, al guardián y a sus mágicas criaturas !
¿ Se imaginan, mi expresión de sorpresa ? ¡ Ante tamaña noticia !
Tímidamente contesté – ¡ Creo, que existe un error ! ¡ Yo no soy nada de lo que dices ! Estoy esperando, el regreso de mi familia y francamente, no dispongo, del tiempo que amerita realizar, la tarea que me asignas !
Me miró fijamente; al principio con gesto adusto, como si recordara algo... Dejó de lado la mueca de retraído y esbozó una gran carcajada.- ¡ Narrador ! ¿ En serio, crees que existe algún margen de error con respecto a tu elección, o la mía, o a la del Guardián ? ¡ No obstante nadie te obligará ! La decisión es tuya, pero antes escucha lo que tengo para contarte...
Desde mucho tiempo antes, se te designó para este cometido... No es mucho lo que te puedo contar, pero repasaré tu buena memoria:
Nueve de julio de mil novecientos noventa y tres, diez y ocho de noviembre de mil novecientos noventa y siete, dos de febrero de mil novecientos noventa y ocho, veinte y siete de abril de mil novecientos noventa y ocho, diez y ocho de junio de dos mil tres... ¡ Fechas claves, en tu vida, que seguramente recordarás !
Con una gran sonrisa, que le iluminó el rostro y remató el relato.
- ¡ Casualmente, yo me encontraba ahí ! lanzo este último comentario, como si fuera algo insignificante... Sentí un cosquilleo inexplicable en mi cuerpo; la emoción que me embargaba superaba cualquier otra sensación anterior, realmente, muy difícil me resultaba a esa altura sobrellevar semejante caudal de sentimientos tan íntimos...
El ángel, citaba fechas, como el nacimiento de mis hijos o una operación de cierto riesgo que afrontó mi esposa; y esta criatura celestial, aduce de manera tan simple, que él estaba presente, en situaciones tan inolvidables de mi vida. Las lágrimas arrasaban mi visión. Sentí que ese aroma y la cálida brisa del mensajero eran tan familiares, como si siempre hubiesen estado al lado de los míos. ¡ Quizá ahora algunas cosas tenían explicación ! Quise agradecerle por todo, pero como si adivinara y se me anticipara, con voz clara sentenció…
¡ Nada me debes ! La felicidad dada, no tiene precio; aunque aun no lo puedas entender, este es un trabajo en grupo, somos varios... A todo esto narrador, me debes una respuesta... ¿ Aceptas o no ?
El libro se abrió, la pluma se deposito en mi mano nuevamente...
¡ Ya no había dudas, cumpliría mi tarea con lo mejor de mí y todo el amor del mundo !
¡ Si, mensajero ! ¡ Por supuesto acepto, y gracias por todo ! Con gran respeto revalidó mi decisión y mientras se elevaba de regreso al infinito, exclamó…
- ¡ Doce libros escribirás ! ¡ Tu palabra será lo acontecido ! ¡ En el momento que termines, el libro se cerrará y solamente lo abrirán los elegidos ! ¡ Ellos encontrarán todas las respuestas! ¡ No podrás ayudarlos en nada! ¡ No olvides; simplemente escribirás y serás el informador, nada más y nada menos que eso!
¡ Adiós narrador, hasta cualquier momento; y gracias por nada!
El gran libro abrió sus páginas, ansiosas de ser escritas...
Empuñé mi pluma, mágica, y sin darme cuenta comencé el relato del guardián, los iluminados y su gran sueño...
¡ A continuación nombraré a cada uno de los Magos, Duendes, Hadas, Elfos y Guerreros que componen la Gran Obra del Sol!

El guardián de las melodías perdidas, el cual emplea un viejo concepto de liderazgo, duro con el problema, blando con los suyos, sin duda un personaje salido de un cuento...
El Elfo-capitán, Neftaly Nehuen Berenice, digna lugarteniente del maestro, dedicación y mucho amor a la causa. Jaleen, perfil bajo y fiel a sus camaradas y su maestro. Leyla el ser oscuro, perteneciente a una cultura diferente, quizás incomprensible para muchos, el amor hacia algo nos encumbra y por supuesto, nos iguala. Habiel, toda entrega y corazón. Aglahia Amaranta Desideria, la mariposa de alas de acero, independiente, mucho amor propio, tan hermosa como valiente. Nayla la coneja, la vida para ella no es fácil, nacida para luchar contra la adversidad, jamás declinará. Bernabé el rojo, sin duda el más osado, excelente camarada, tenaz; Pixis Piuquen el duende-guerrero, todo valor y atrevimiento. Yeiabel, el celta guerrero mágico ¿que más puedo agregar? “El de los milagros”. Storm, obstinada, su maestro dice que esta un poco loca, es posible. Cahetel, la dulce de los pies descalzos, ella no pelea, las flores no lo hacen. Mariel, el punto medio; amor a la causa, amor a su maestro. Mikaella Andrahya, feroz, gruñona; nacida para la pelea... Y la Duende Marion de la perla negra... Estos son algunos de los personajes de esta historia, iremos conociendo otros a medida que nos adentremos en esta aventura...